Los Paisajes

Del Mirador al Canal de Castilla

Recomendado: Andando.

Recorrido: Entre 1 y 2 horas, según el paso.

Características: Salvo el tramo de salida del pueblo que está urbanizado, el resto del paseo transcurre por caminos nuevos perfectamente compactados, creados por la Confederación Hidrográfica del Duero, por las riberas del Canal.

Valores naturales: Suave paseo que nos ofrece las mejores vistas de la ciudad desde la vega del Pisuerga, recorriendo una de las obras de ingeniería más importantes de la época en nuestro país, el Canal de Castilla, comenzado a construir a mediados del s. XVIII para transportar el trigo castellano hacia los puertos del Norte. Puentes, almacenes, arquetas, esclusas de piedra, junto con la espléndida harinera «La Estrella de Castilla», son testimonio del floreciente comercio e industria que se desarrolló en sus riberas. Cerrado a la navegación en 1950 (hacía tiempo ya que las barcazas no podían competir con el ferrocarril), hoy se utiliza para el regadío, esperando quizá una recuperación para uso turístico.

Descripción: Comenzamos el paseo en la plaza del Dr. Sinova (detrás de la iglesia parroquial), junto al monumento al botijo, símbolo de la ciudad, que presume de conocer a sus habitantes por el gentilicio de «botijeros».

Subimos por el mirador de la Justas Poéticas desde donde disfrutaremos de una magnífica vista de la Vega del Carrión y del Pisuerga, que unen sus aguas junto al Monasterio de la Trapa (enlace monumentos). Donde termina el mirador seguimos el paseo por una «carretera vieja» que desciende hasta la misma orilla del Canal en la esclusa 38.

Ya en la ribera del Canal de Castilla seguiremos por él hacia la izquierda, sin cruzar la carretera, por cualquiera de los 2 caminos nuevos construidos en sus orillas. Enfrente vemos el magnífico edificio de la antigua harinera «La Estrella de Castilla», que aprovechaba el desnivel de la esclusa 37 para obtener electricidad y mover los molinos. A 300 metros de la fábrica podemos refrescarnos en la Fuente del Tío Bruno.

Empezamos el regreso por el mismo camino pero, en lugar de subir de nuevo por la «carretera vieja», recomendamos seguir por la orilla del Canal (cruzando la carretera) hasta llegar al pueblo. Esta segunda opción nos regala el frescor de la ribera y un estupendo paisaje.